En el ángelus del domingo, el Papa reflexionó sobre el episodio del Evangelio en el que Jesús pregunta a los apóstoles: “Vosotros, ¿quién decís que soy yo?”.
Francisco dijo que esta pregunta no admite respuestas preparadas porque hay que responder con la propia vida.
FRANCISCO
“La profesión de fe en Jesucristo no puede limitarse a palabras, sino que debe ser confirmada por las decisiones y los gestos concretos, por una vida caracterizada por el amor de Dios, una vida grande, una vida con mucho amor por el prójimo”.
Además, como esta semana se celebró la fiesta de la Santa Cruz, el Papa regaló a cada peregrino un crucifijo. Y se lo dio con estas instrucciones.
FRANCISCO
“Llevadlo a vuestras casas, a la habitación de vuestros hijos o de los abuelos... Puede estar en cualquier lugar, pero que se vea. No es un objeto decorativo. Es un signo religioso para contemplar y rezar. Mirando a Jesús Crucificado miramos a nuestra salvación”.
En total se distribuyeron 40 mil crucifijos como este.
Además, el Papa saludó a un grupo de peregrinos de Nicaragua, que pedían ayuda por la situación de su país.