Los católicos representan cerca de un 80 por ciento de la población en Lituania. Por eso, el país vive con gran expectación la visita del Papa Francisco, que comenzará el 22 de septiembre.
El país recuperó su independencia hace dos décadas. Su embajador espera que Francisco les inspire para continuar madurando.
PETRAS ZAPOLSKAS
Embajador Lituania ante el Vaticano
“La imagen del Papa Francisco es muy importante en nuestro país. Todos – la sociedad, también las organizaciones no gubernamentales y las autoridades civiles– piensan que dirá algo importante que nos ayudará en nuestras vidas. Siendo uno de los líderes espirituales más importantes del mundo, probablemente nos ayudará a resolver algunos de los problemas que tenemos”.
El embajador asegura que entre los problemas del país está la falta de solidaridad con los refugiados. Por eso, piensa que los lituanos pueden aprender del mensaje del Papa.
PETRAS ZAPOLSKAS
Embajador Lituania ante el Vaticano
“Todos somos refugiados en cierto modo, como el Papa Francisco nos dijo: 'No temáis aceptar a personas diferentes, porque todos somos personas en movimiento'”.
Lituania fue uno de los países más castigados por los regímenes totalitarios durante el siglo XX. Uno de los mártires de la resistencia pacífica fue el arzobispo Teofilius Matulionis, un héroe para la nación.
Teofilius Matulionis fue beatificado el año pasado. El arzobispo, en sus cartas daba gracias a Dios por enviar a curas y obispos a las prisiones y a los campos de concentración porque decía que “donde están las ovejas, allí deben estar también los pastores”.
PETRAS ZAPOLSKAS
Embajador Lituania ante el Vaticano
“Era uno de los líderes de la Iglesia Católica lituana que luchaba por la libertad y por la liberación. Como persona, como sacerdote, como arzobispo es un símbolo muy importante, porque en prisión luchó por un espíritu lituano libre”.
Con ese mismo espíritu y entusiasmo recibirán al Papa Francisco cuando aterrice en Vilnius el próximo 22 de septiembre. Allí se encontrará con personas que, muchos años después, siguen el ejemplo del arzobispo Matulionis.
