El Papa quiso celebrar el 50 aniversario de la Asociación Italiana de Padres de Familia que propone que la educación sea un esfuerzo compartido entre la escuela y el hogar.
Lamentó que en muchos lugares se haya roto la relación entre educadores y padres.
FRANCISCO
“El pacto educativo está en crisis. La familia ya no aprecia como antes el trabajo de los docentes”. “Para cambiar esta situación, alguien debe dar el primer paso: vencer el miedo al otro y tender la mano con generosidad. Por eso os invito a cultivar y a alimentar siempre la confianza en la escuela y en los profesores. Sin ellos, te arriesgas a quedarte solo en la acción educativa”.
Luego compartió una historia personal. Dijo que cuando tenía 10 años insultó a su maestra, y que esta llamó a su madre para decírselo.
FRANCISCO
“Al día siguiente vino mi madre y la maestra fue a saludarla. Hablaron, y luego mi madre me llamó, y delante de la maestra me regañó y me dijo: “Pídele perdón a la maestra”. Yo lo hice. “Dale un beso a la maestra”, me dijo mi madre. Yo lo hice. Luego regresé a la clase feliz, pensando que la historia ha terminado... No, no había terminado. El segundo capítulo fue cuando regresé a casa. Esto se llama 'colaboración' en la educación de un niño: entre la familia y los maestros”.
El Papa dijo que esta colaboración es clave. Por eso, pidió a los padres que de esta organización que sigan difundiendo el espíritu cívico y la pasión por la familia, la escuela y la educación.