La plaza de San Pedro acogió con entusiasmo el regreso del Papa. Francisco saludó desde el papamóvil a miles de personas y luego en su catequesis resumió su viaje a Irlanda.
Recordó que el motivo del viaje era clausurar un evento internacional: el Encuentro Mundial de las Familias. Con cierta amargura en el tono, el Papa propuso revisar los modelos actuales de familia ideal.
FRANCISCO
“Hoy está de moda en las revistas, en los periódicos hablar: este se ha divorciado de esta, esa de ese, ese se está separando. Pero por favor, esto es algo feo. Es cierto, yo respeto a cada uno, debemos respetar a la gente pero lo ideal no es el divorcio, lo ideal no es la separación, no es que se destruya la familia. Lo ideal es la familia unida. ¡Adelante! ese es el ideal”.
A pesar de que el Encuentro Mundial de las Familias fue un evento alegre, el Papa no pasó por alto un hecho doloroso: que allí tuvo que afrontar el escándalo de los abusos sexuales cometido por eclesiásticos y la profunda herida que han dejado en el país. Pidió perdón y palpó con sus manos el mal que hizo al propio país y a los católicos. De hecho, desde la plaza pidió rezar para que la Iglesia en Irlanda se renueve.
FRANCISCO
“En Irlanda hay fe. Hay personas de fe. Una fe con grandes raíces pero ¿sabéis una cosa? Que hay pocas vocaciones al sacerdocio. ¿Cómo es posible? 'Es por estos problemas, los escándalos, tantas cosas'. Debemos rezar para que el Señor envíe santos sacerdotes a Irlanda, envíe nuevas vocaciones. Y lo haremos juntos recitando un Ave María a la Virgen de Knock”.
Al terminar el Papa pidió que no se pierda de vista que el próximo 1 de septiembre la Iglesia celebra una jornada dedicada a reflexionar sobre la Protección de la Naturaleza.