El rostro de la Iglesia envejece en países como España o Italia. Allí cada vez hay menos sacerdotes y quienes más participan en las ceremonias religiosas son mayores de 60 años.
Sin embargo eso no impide que haya casos excepcionales como el de Veronica. Trabaja en el cine. Ha participado en series de televisión y en películas tanto delante como detrás de la cámara, pero su vida cambió radicalmente en los últimos años. Encontró la fe después de un largo camino marcado por la enfermedad y el divorcio de sus padres.
VERONICA POLACCO
“El divorcio fue difícil en el sentido de que no fue un divorcio para nada sencillo... hubo peleas y para un niño ver a los propios padres peleando no es fácil... es doloroso. Los niños tienen una capacidad particular para seguir adelante pero son cosas que te guardas dentro y que antes o después explotan. (La enfermedad) fue inesperada. No fue un caso progresivo sino instantáneo. Una peritonitis, una infección grave, repentina, con la que corrí el riesgo de morir. No tienes tiempo para prepararte y cuando eres joven no piensas en la muerte”.
Fue entonces cuando el tiempo y el contacto con un discípulo del Padre Pio, el padre Pancrazio, cambió poco a poco su modo de mirar el mundo. Veronica conoció a este religioso gracias a su padre, quien, a pesar de no ser practicante, lo admiraba profundamente.
VERONICA POLACCO
“Creo que hay carismas o personas en las que se reconoce algo especial, independientemente de si uno cree o no. Me refiero a que cuando uno estaba ante el padre Pancrazio te dabas cuenta de que no era una persona común, aunque al mismo tiempo fuera la persona más normal que haya conocido. Era sencillo, no había nada de extraordinario pero al mismo tiempo se percibía algo extraordinario”.
Precisamente ahora la Iglesia prepara el próximo Sínodo para estudiar historias como las de Veronica que rejuvenecen su rostro. Será en octubre. El objetivo es pensar cómo ser significativos para los jóvenes en el mundo de hoy.
VERONICA POLACCO
“Lo que has dicho antes, sobre que la Iglesia es anciana porque su rostro lo forman tantos ancianos... Que un rostro sea anciano no quiere decir que sea viejo, es decir: hay ancianos que pueden ser más jóvenes que los jóvenes de hoy. Creo que cada uno de nosotros, especialmente cuando es joven y frágil, para defenderse se crea una imagen de sí mismo, como un personaje para la galería. Te convences de ser ese personaje que te has creado en tu propia cabeza. (A los jóvenes) les diría que no tengan miedo de mostrarse débiles”.
Es también una de las propuestas del Papa a los jóvenes; identificar sus miedos y afrontarlos con valentía.
FRANCISCO
18 de junio, 2016
“La palabra la he dicho muchas veces: Arriésgate. El que no arriesga no camina. Acércate a los problemas, sal de ti mismo y arriesga, arriesga”.
Con la convocatoria de este Sínodo el Papa demuestra que la juventud es una de sus prioridades. En marzo, de hecho, quiso escuchar a 300 de ellos que vinieron de todo el mundo enviados por las conferencias episcopales.