El Papa Francisco hizo su aparición en el Croke Stadium de Dublín al ritmo de esta canción de Leonard Cohen.
Miles de familias lo esperaban en este recinto con capacidad para 75.000 personas. La fiesta comenzó con estos bailes... primero de los más pequeños...
Y después de los mayores.
Después varias familias del mundo ofrecieron su testimonio. Desde Irlanda a la India pasando por Irak o Burkina Faso. Esta familia irlandesa que tiene diez hijos, uno de ellos adoptado, explicó cómo el amor familiar ha cambiado sus vidas. Los padres eran toxicómanos. Otras familias hablaron sobre cómo permanecer unidas, cómo usar las nuevas tecnologías para mejorar sus relaciones o sobre cómo superar situaciones tan trágicas como la persecución por el hecho de ser cristianos, como lo hizo esta familia iraquí.
“Hoy muchos cristianos y otros están reconstruyendo sus vidas en Irak, muchas veces con ayuda de otros cristianos del mundo. Están construyendo casas nuevas para que las familias puedan vivir en paz de nuevo. Ahora, Santo Padre, podemos volver a mirar al futuro con esperanza”.
Acudieron a la vigilia con la hermana de Ragheed Ganni, un sacerdote iraquí asesinado por extremistas islámicos y cuyo proceso de beatificación está en marcha. Regaló al Papa el libro que cuenta la historia de este sacerdote.
La música y los bailes no cesaron. El tenor Andrea Bocelli interpretó este espectacular Avemaría de Schubert.
Después Francisco tomó la palabra. Explicó que la vida en familia es fuente de santidad.
FRANCISCO
“La vocación al amor y a la santidad no es algo reservado a unos pocos privilegiados. No. Incluso ahora, si tenemos ojos para ver, podemos vislumbrarla a nuestro alrededor. Está silenciosamente presente en los corazones de todas aquellas familias que ofrecen amor, perdón y misericordia cuando ven que es necesario”.
El Papa explicó que todas las personas están llamadas a participar de la alegría de la vida en familia aunque reconoció que no es fácil. Pero para que todo vaya bien, Francisco ofreció este consejo.
FRANCISCO
“Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana”.
Sobre todo, hay algo infalible para la supervivencia de las familias, el perdón.
FRANCISCO
“Los niños aprenden a perdonar cuando ven que sus padres se perdonan recíprocamente. Si entendemos esto, podemos apreciar la grandeza de la enseñanza de Jesús sobre la fidelidad en el matrimonio”.
Francisco insistió de nuevo en la importancia de los abuelos como maestros de la vida familiar.
FRANCISCO
“Una sociedad, escuchad bien esto, una sociedad que no valora a los abuelos es una sociedad sin futuro”.
Por último, el Papa no quiso despedirse de las familias de todo el mundo sin darles una palabra de aliento y recordarles que ellas son fundamentales para el mundo y para la Iglesia.
FRANCISCO
“Vosotras, familias, sois la esperanza de la Iglesia y del mundo”. “Con vuestro testimonio del Evangelio podéis ayudar a Dios a realizar su sueño, podéis contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia”.
Ya de noche, el Papa terminó el encuentro recitando en inglés junto a las familias la oración compuesta especialmente para la ocasión.
Y como sorpresa final, el cantante Andrea Bocelli cerró con broche de oro el encuentro con esta conmovedora versión del conocido Nessun Dorma de la ópera Turandot.
