La Iglesia atravesó una oscura etapa en su historia, la Inquisición. Nació en Francia para combatir la herejía de los cátaros, pero con los años se expandió por Italia, España, Portugal y el resto de Europa.
El Papa Lucio III creó en 1184 el “Tribunal de la Santa Inquisición y del Santo Oficio”. Más tarde, en 1542, ante la amenaza del protestantismo, Pablo III fundó la Inquisición Romana que duraría hasta mediados del s.XIX.
Los cardenales, llamados inquisidores, tenían potstad de juzgar y condenar incluso a muerte a quienes eran considerados herejes. Las pruebas de esa época, se conservan con meticulosidad en el Vaticano.
ALEJANDRO CIFRES
Congregación para la Doctrina de la Fe
“La Inquisición Romana, nace como un Tribunal para reprimir el disenso religioso, la herejía, y por tanto como tal, como todo tribunal pues es temido” “Viniendo a este archivo se ve lo que era la Inquisición desde dentro. Se ve lo que era el tribunal, se ve cómo funcionaba. “La Inquisición fue mucho más que un tribunal. Fue sobre todo un lugar de control de la ideas en general. De las ideas y de los comportamientos”.
En este mismo edificio se encarcelaba hace 500 años a los herejes. Aquí se condenó a muerte al astrónomo Giordano Bruno y se juzgó a Galileo Galilei, por su teoría heliocéntrica.
ALEJANDRO CIFRES
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“Aquí se ven algunas de las obras que se hicieron porque claro, estas obras ya no servían desde hacía 100 años. Entonces Pío XI en 1925 mandó demoler toda esta parte y construir la actual fachada del edificio”.
Gestos o dibujos sobre Jesucristo considerados rebeldes o instigados por el diablo, porque iban contra el cristianismo, eran castigados y confiscados por la Iglesia.
ALEJANDRO CIFRES
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“Aquí tenemos uno de los ejemplos de cómo no solo la Inquisición hacía procesos a las personas. Sino que hacía censura también de ideas e incluso de imágenes. Aquí vemos un caso muy curioso de unas representaciones de Cristo que, según la leyenda popular, habían sido hechas por el demonio”.
En una carta enviada a los cardenales Juan Pablo II pidió a la Iglesia que reconocieran los errores cometidos “por sus hombres, en su nombre”, y les animaba a arrepentirse.
Juan Pablo II pidió perdón en el año 2000 por esa etapa y abrió al público el archivo de la Inquisición. Una iniciativa que no fue suya solo, sino también del prefecto de la Congregación, el cardenal Joseph Ratzinger.
ALEJANDRO CIFRES
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“Fue él sobre todo él quien nos impulsó a abrir. Porque aquí se vacilaba mucho, se temía, 'quién sabe lo que se encontrarán en el archivo' y él decía: 'basta, basta discutir, basta de vacilaciones porque hay que abrir y no tenemos que tener miedo de la verdad'”.
Según el hispanista inglés Henry Kamen, se calcula que más de 40.000 personas fueron ejecutadas en toda Europa por la Inquisición.
Ahora, cualquier persona, de cualquier religión o ideología puede hacer una petición para consultar estos documentos históricos presentando un certificado académico. Algo que se habría considerado impensable hace 500 años, cuando todo comenzó.