Con esta alegría y entusiasmo recibieron los jóvenes italianos al Papa.
Poco antes de las seis y media de la tarde, Francisco hizo aparición en el Circo Massimo de Roma para celebrar este gran encuentro con unos 50.000 jóvenes italianos, un evento preparatorio de cara al próximo sínodo sobre los jóvenes que comienza en octubre.
Los peregrinos le regalaron este báculo de madera como símbolo de que desean caminar junto al Papa.
A continuación, Francisco escuchó las experiencias de los jóvenes sobre sus perspectivas de futuro. Les animó a que sigan el camino de sus sueños.
FRANCISCO
“Los grandes sueños necesitan a Dios para no convertirse en espejismos o delirios de omnipotencia. Puedes soñar con cosas grades pero hacerlo solo es peligroso, porque podrías caer en el delirio de omnipotencia. Pero con Dios no tienes que tener miedo: sigue adelante. Sueña en grande”.
También compartieron con el Papa otras inquietudes, como la presión de tener que elegir entre formar una familia o desarrollarse profesionalmente.
Primero Francisco les pidió que sepan discernir bien en el amor y después les explicó por qué no deben dejar pasar de largo el amor verdadero.
FRANCISCO
“Los jóvenes saben cuándo es amor verdadero y cuándo es solo entusiasmo disfrazado de amor. Sabéis distinguir esto bien, no sois tontos. Por eso, tengamos el valor de hablar de amor. El amor no es una profesión. El amor es la vida y si el amor llega hoy, ¿por qué debo esperar tres, cuatro o cinco años para hacerlo crecer y convertirlo en algo estable?”
El sentido del sufrimiento humano también centró las preguntas de los jóvenes. El Papa, apesadumbrado, les dijo que no todos los sufrimientos humanos tienen respuesta.
También interrogaron a Francisco sobre las actitudes de la Iglesia que a veces generan escándalo. El Papa les dijo que deben de tener algo muy claro.
FRANCISCO
“¿Podemos criticar a ese sacerdote, obispo u otro cristino si no somos capaces de salir de nosotros mismos para dar testimonio? Queridos jóvenes, y esto es lo último que os digo, el mensaje de Jesús, la Iglesia, sin el testimonio es solamente humo”.
Al caer la tarde comenzó la vigilia. Primero con esta oración a la Virgen y después con momentos de silencio, reflexión y música... El Papa antes de marcharse les dirigió una última petición.
FRANCISCO
“Por eso os digo que no os conforméis con la prudencia de quien se queda al final de la fila. Hace falta valor para arriesgar y dar un salto audaz y temerario para soñar y realizar, como Jesús, el Reino de Dios y comprometerse por una Humanidad más fraterna”.
Después la noche de Roma se llenó de miles de luces para despedir al Papa Francisco al ritmo de la música.