Bajo la Ciudad Eterna hay un mundo antiguo por descubrir lleno de misterios.
Uno de ellos es el del rico edificio descubierto a orillas del Tíber, cerca de Puente Milvio, donde en el siglo IV tuvo lugar la batalla que llevó a la conversión de Constantino y de todo su Imperio al cristianismo.
FRANCESCO PROSPERETTI
Responsable excavaciones
“No sabemos si esta zona es anterior, contemporánea o posterior a la batalla de Puente Milvio pero una de las hipótesis que manejamos es que este edificio pueda recordar la sepultura de un mártir cristiano”.
La elegancia de su suelo de mármol, que contrasta con el de las otras edificaciones, demuestra que el edificio no era un simple local comercial como los que lo rodean.
Los arqueólogos estiman que esta era una zona comercial donde se descargaban las mercancías.
FRANCESCO PROSPERETTI
Responsable excavaciones
“Este descubrimiento confirma el hecho de que el río Tíber en la antigüedad era la verdadera arteria de la ciudad de Roma. A lo largo del Tíber estaban los tiendas, los transportes. A lo largo de la orilla, lejos del centro de la capital, las construcciones eran de tipo comercial”.
Los arqueólogos solo han sacado a la luz una pequeña parte de la excavación. En ella además, de los locales comerciales también había un mausoleo con tres tumbas.
Sin embargo, de quién era o para qué servía el misterioso edificio continuará siendo un secreto porque la excavación deberá ocultarse de nuevo. Su proximidad al Tíber es peligrosa porque las lluvias otoñales o invernales pueden dañar los restos. Quizá se continuará estudiando en el futuro.
Roma está llena de pequeñas excavaciones como esta que poco a poco van ofreciendo más detalles sobre el pasado de uno de los imperios más gloriosos de la Historia.