El Papa mantuvo un encuentro con estos jóvenes jesuitas que están realizando un curso de formación en Roma sobre el tema “Jóvenes, vocación y comunicación”, de cara al Sínodo que tendrá lugar en octubre.
Francisco les dijo que sin libertad no se puede ser jesuita y que lo proprio de un jesuita es salir a las periferias, a las físicas y también a las de las ideas.
Después, respondió a una pregunta que estos estudiantes habían preparado para él. Querían saber cómo ayudar a los jóvenes que no consiguen encontrar un trabajo.
FRANCISCO
“Quizá este es uno de los problemas más graves y dolorosos para los jóvenes porque va justo al corazón de la persona. La persona que no tiene trabajo se siente sin dignidad”.
Francisco les explicó que una de las razones de este paro juvenil es que las finanzas han generado un sistema cruel en cuyo centro está la especulación.
FRANCISCO
“En su lugar deberían de estar el hombre y la mujer, allí. Creo que hoy este es el gran pecado contra la dignidad de la persona”.
Por último, recomendó a estos estudiantes que se fijen en el ejemplo de dos jesuitas como ellos, San Pedro Fabro y el padre Pedro Arrupe.