Cuando viajó a Perú en enero, el Papa Francisco mostró su preocupación por las poblaciones indígenas de la Amazonia.
FRANCISCO
“Y permítanme decirles que si, para algunos, ustedes son considerados un obstáculo o un estorbo, en verdad, con sus vidas son un grito a la conciencia de un estilo de vida que no logra dimensionar los costes del mismo. Ustedes son memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar la Casa Común”.
Para preparar el Sínodo sobre la Amazonia de octubre de 2019, la Iglesia se está apoyando en instituciones expertas de la zona. La principal es la REPAM, la Red Eclesial Panamazónica, que ya ha convocado 45 asambleas territoriales en nueve países.
Como se trata de una región desconocida, la REPAM ayuda a hacer de enlace entre el Vaticano y la población indígena para conocer sus problemas.
MAURICIO LÓPEZ
Secretario ejecutivo, REPAM
“Nos estamos todos acomodando a una realidad que es tan particular como la Amazonia, que desde la realidad de aquí en Roma a veces es mas difícil comprenderla. Y los que estamos en la Amazonia trabajando todos los días necesitamos también entender estas culturas. Es un encuentro cultural al final de cuentas”.
Los indígenas consideran sagrada su tierra y sus recursos naturales. Y no pueden hacer nada ante el saqueo al que se ven sometidos por grandes empresas y países. Por eso, agradecen que la Iglesia y el Papa escuchen su grito de dolor.
MAURICIO LÓPEZ
Secretario ejecutivo, REPAM
“El Papa Francisco es para ellos como un gran padre espiritual, creyentes y no creyentes. Creen en el Papa Francisco, asumen los llamados esenciales que hace. Y este sinodo para ellos es saber que el propio Papa, que la Iglesia que tanto aman – y los que no son parte de la Iglesia a la que muchos respetan – les está queriendo escuchar”.
Tres años después de la publicación de la encíclica Laudato si', la Iglesia está dando nuevos pasos concretos para concienciar y salvaguardar el futuro, no solo de poblaciones indígenas marginadas, sino también del planeta.