Durante el Ángelus, la única aparición pública de la semana, el Papa explicó en qué consiste el estilo del misionero. Dijo que se debe caracterizar por la sobriedad.
FRANCISCO
“Porque así son los mensajeros del Reino de Dios. No “managers” onmipotentes, ni funcionarios inamovibles, ni estrellas que van de gira”.
El Papa explicó que lo importante para Dios es que sus misioneros lo amen. Que tengan una buena posición social o que tengan grandes dotes comunicativas es secundario. De hecho, recordó el ejemplo de los santos, quienes no eran perfectos. También experimentaron el amargo sabor del fracaso.
FRANCISCO
“También esto es pobreza: la experiencia del fracaso. El caso de Jesús, que fue rechazado y crucificado, anticipa el destino de su mensajero. Y solo si estamos unidos a Él, muerto y resucitado, conseguiremos encontrar la valentía para evangelizar”.
A pesar del calor unas 15.000 personas se dieron cita en la plaza de San Pedro para rezar con el Papa. A lo largo del mes de julio disminuye notoriamente su agenda pública para descansar y trabajar en otros campos. Por ejemplo, otros años dedicó este tiempo a la redacción de algunos de los documentos más importantes de su pontificado.