Al español Aquilino Bocos le llegó la noticia de su nombramiento como cardenal solo tres días después de haber cumplido 80 años. Tras toda una vida de servicio a la Iglesia, el cardenalato supone un nuevo impulso para él.
CARD. AQUILINO BOCOS
“Para mí fue una sorpresa. El momento en que me pidió no supe decir otra cosa más que 'Bendito sea Dios'. Pero también de ponerme a disposición del Papa en todo lo que él quisiera disponer”.
El cardenal Bocos es claretiano y ha trabajado durante años en la promoción de la vida consagrada; por eso, asegura que para muchas personas su nombramiento como cardenal ha sido visto como un reconocimiento del Papa a la importancia de los religiosos.
CARD. AQUILINO BOCOS
“Ayer por la mañana llego a Roma, me cruzo con una religiosa y me dice: 'estamos muy contentos porque te hayan hecho a ti cardenal, porque en ti estamos todos reconocidos como religiosos consagrados'. Por la noche, recibo la carta de un cardenal y me dice: 'estoy muy contento que te haya nombrado el Papa cardenal porque es una manera de reconocer la vida religiosa'”.
Durante más de una década fue superior de los Claretianos acompañando a muchas personas que se han planteado alguna vez el sentido de su vida. Ahora que se habla tanto de crisis vocacional, da este consejo a quien se lo esté pensando.
CARD. AQUILINO BOCOS
“Que sea serio en su propia vida porque probablemente dentro de su mismo corazón, en lo más íntimo, hay una voz que todavía le sigue llamando 'ven y sígueme'”.
Ha recibido su nombramiento con mucha sencillez y tranquilidad pero, al mismo tiempo, asegura que ha sido una gran alegría, casi un regalo de cumpleaños que le ha hecho el Papa Francisco.