Durante el rezo del Ángelus el Papa recordó su viaje a Bari y a los pescadores, a quienes la Iglesia dedicaba ese día, Domingo del Mar.
FRANCISCO
“Rezo por ellos y por sus familias, como también lo hago por los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar. Un recuerdo particular para aquellos que en el mar viven situaciones de trabajo indigno, como también a quienes trabajan por liberar el mar de la contaminación”.
El Papa también reflexionó sobre el Evangelio del día. El Papa meditó sobre la reacción de la gente al ver a Jesús predicar y realizar milagros
FRANCISCO
“Es un carpintero, no ha estudiado y predica mejor que los escribas y hace milagros. Y en lugar de abrirse a la realidad se escandalizan. También en nuestros días puede suceder que se nutran prejuicios que impiden acoger la realidad”.
El Papa dijo que a pesar de eso Dios no pierde la esperanza en los hombres: les recomienda ser humildes y dejarse sorprender por los caminos de Dios, que pueden ser distintos de los proyectos de cada uno.
Tras la catequesis el Papa tuvo unas palabras de consuelo para los brasileños, recién eliminados del mundial de fútbol de Rusia.
FRANCISCO
“Veo banderas de Brasil... Saludo a los brasileños. Ánimo. Será otra vez”.