Ayuda a la Iglesia Necesitada pone el dedo en la llaga. En la presentación de su informe anual denunció que hay conflictos graves olvidados como los de la India.
A este país ha dedicado gran parte de sus fondos de 2017. Allí los cristianos son minoría: el 2,7% de la población. Ayuda a la Iglesia Necesitada denuncia que hay un “clima de represión” y que los ataques anticristianos se han duplicado hasta sobrepasar los 700 durante el año pasado.
THOMAS HEINE-GELDERN
Presidente Ejecutivo, Ayuda a la Iglesia Necesitada
“Están siendo oprimidos por todo el sistema y por la creciente radicalización de los hindúes. Os puedo decir lo que he visto: ellos, de verdad, necesitan nuestra ayuda. Es una situación muy, muy seria”.
Ucrania ha sido otro de los países que más ayuda ha recibido de Ayuda a la Iglesia Necesitada. La situación es dramática. El más de un millón y medio de refugiados internos piden ayuda a gritos pero su lamento apenas parecen llegar a oídos de Occidente. El 60% de las personas que ha tenido que abandonar sus casas son jubilados.
Los países más socorridos por la organización son Siria e Irak. En Irak trabajan para volver a levantar de sus cenizas el país. Aunque si reconstruir los edificios será difícil, está por ver hasta qué punto se podrán reconstruir los corazones dañados por las heridas del fanatismo religioso.
El cardenal Mauro Piacenza, presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada, recordó que esta misión se cumplió en el pasado y que también ahora trabajarán por realizarla.
CARD. MAURO PIACENZA
Presidente Internacional, Ayuda a la Iglesia Necesitada
“Las raíces de Ayuda a la Iglesia Necesitada se remontan a 1947, cuando la necesidad de reconciliación y de paz movió a Pío XII a promover una institución de ayuda. Había que reconstruir familias, acoger a los huérfanos, a las viudas, ayudar a los ancianos. Reconstruir las conciencias endurecidas por el odio, por el rencor, por el mal y, sobre todo, por el veneno de la ideología”.
Para hacer realidad esta misión Ayuda a la Iglesia Necesitada y las demás Iglesias no católicas han elaborado lo que llaman el “Plan Marshall” para los cristianos de Irak. Se trata de un plan de ayuda para dar alimentos a 95.000 personas de la Llanura de Nínive y financiar la reconstrucción de 200 nuevas viviendas.
Se trata de un proyecto para ayudarles material y espiritualmente a cerrar las cicatrices que dejó el paso del ISIS por su país.
