Carlo Alberto Capella fue juzgado en apenas dos sesiones en el primer proceso por posesión de pornografía infantil que tiene lugar en el Vaticano.
La sentencia condena al ex diplomático a pagar una multa de 5000 euros y a cinco años de prisión por divulgación, transmisión, suministro y posesión de pornografía infantil. El Tribunal ha tenido en cuenta el agravante de “ingente cantidad”.
El sacerdote explicó que todo comenzó con su inscripción a la red social Tumblr, una plataforma donde se puede conversar e intercambiar vídeos y fotos, porque quería buscar “fotos de animales con expresiones divertidas”. Las horas que pasaba en Internet se convirtieron en una búsqueda de contenido pedopornográfico de una forma compulsiva.
Capella, de 51 años, que se encontraba bajo arresto en el Vaticano desde el pasado 7 de abril, trabajaba en la nunciatura de Washington. El escándalo saltó a la luz en septiembre de 2017 cuando se supo que el fiscal vaticano había abierto diligencias contra el diplomático después de que en junio el Departamento de Estado de los Estados Unidos hubiera notificado el delito. A Estados Unidos llegó una alerta procedente de Canadá, donde Capella hizo una búsqueda de pornografía en Internet en un viaje que hizo en 2016.