En octubre la Iglesia mirará a los jóvenes. En Roma obispos de los cinco continentes estudiarán cómo reconectar a la institución más antigua del mundo con la juventud.
El Vaticano ha presentado hoy el documento base que servirá para los trabajos. 214 puntos que recogen, entre otras aportaciones, las que hicieron los más de 300 jóvenes que participaron en un encuentro preparativo en marzo.
CARD. LORENZO BALDISSERI
Secretario General, Sínodo de los Obispos 2018
“Nuestro trabajo es ofrecer a los padres sinodales un instrumento, una recapitulación, un gran estudio, un haber escuchado la realidad con profundidad. Ellos se encargarán después de dar indicaciones durante el Sínodo”.
En el documento se exponen los antiguos y nuevos desafíos de los jóvenes: la familia, el descubrimiento de la sexualidad, la búsqueda de identidad, la importancia de pertenecer a un grupo, cómo las nuevas tecnologías han cambiado el modo de relacionarse. También se analiza cómo perciben a la Iglesia y qué le piden.
P. GIACOMO COSTA
Secretario Especial, Sínodo de los Obispos 2018
“Los jóvenes piden estar con personas que han luchado contra sus propias fragilidades y que sean testimonios de fe y esperanza. No hay nada que les provoque más rechazo que lo que no es auténtico, lo que es abuso de cualquier tipo”.
En ese sentido el documento aboga por una “conversión cultural” de toda la Iglesia. Sugiere perder miedo al cambio y reflexionar sobre las dinámicas que han impedido un diálogo sincero con el mundo.
Se recuerda también el peligro de caer en el elitismo, un grupo cerrado que se cree capaz de juzgar al prójimo. Por último, se retoma la idea de volver a ser una Iglesia humilde y en salida que no teme ensuciarse las manos al entrar en contacto con las realidades difíciles del mundo.
El Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional será largo. Comenzará el 3 de octubre y finalizará el 28.