A finales de mayo el Vaticano anunció que del 1 al 3 de junio el Papa Francisco recibiría a un segundo grupo de víctimas de abusos sexuales de Chile.
Se trata de cinco sacerdotes que sufrieron “abusos de poder, de conciencia y sexuales”. El comunicado informaba que vendrían acompañados por dos laicos “implicados en este sufrimiento” y dos sacerdotes que asistieron a esas y otras víctimas.
P. FRANCISCO JAVIER ASTABURUAGA
Asesor de Víctimas de abusos
“Vengo con mucha esperanza para poder dialogar, junto con el Santo Padre y los demás sacerdotes, y lo que queremos es aportar y el Papa nos quiere escuchar y eso ya es muy importante que él nos quiera escuchar”.
“Me parece siempre importante que existan instancias de diálogo. El Santo Padre ha escuchado la conferencia episcopal, ha escuchado a víctimas y ahora va a escuchar a un grupo de sacerdotes”.
Los testimonios de gran parte de ellos están en el informe que Charles Scicluna realizó en febrero por encargo del Papa. Tras conocer su contenido, Francisco convocó a un primer grupo de víctimas a finales de abril y a todos los obispos de Chile a mediados de mayo.
Lo hizo a través de una carta en la que solicitó su colaboración para “reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia”. Y es que durante su viaje a Chile el Papa salió en defensa de un obispo acusado de encubrir al sacerdote que el Vaticano condenó por abusos, Fernando Karadima. Francisco reconoció que había incurrido en “graves equivocaciones” y pidió medidas “a corto, medio y largo plazo para restablecer la comunión eclesial en Chile”.