Tras lo que ocurrió a Charlie Gard y Alfie Evans el hospital pediátrico del Vaticano ha publicado la “Carta de los derechos del niño incurable”.
El punto central es la distinción entre el tratamiento y la curación. O en otras palabras: que un niño no pueda ser curado no quiere decir que tenga que ser desconectado a la fuerza.
La carta está dividida en 10 puntos. Pide que se reconozca que cualquier niño tiene derecho a recibir los mejores tratamientos experimentales o a trasladarse de país para recibirlos si es necesario; que el paciente o sus familiares puedan acudir a otro médico para recibir una segunda opinión; y que se respete más el parecer de los padres del menor.
MARIELLA ENOC
Presidente, Hospital Bambino Gesú
“El recorrido que el hospital pretende es el de llamar la atención no sobre los casos individuales sino sobre la problemática de fondo”.
El decálogo es fruto de la experiencia que acumuló el hospital Bambino Gesù tras ofrecer ayuda a las familias de estos dos niños.
El hospital pretende iniciar un ambicioso proceso: que la comunidad médica internacional se adhiera a la carta y que también sea aceptada por organismos políticos como la Unión Europea. No será un recorrido sencillo puesto que las implicaciones políticas son grandes.