Como siempre, durante las audiencias generales en la plaza de San Pedro, Francisco invita a varios pequeños a dar una vuelta en el papamóvil.
El Papa quiso enviar un mensaje especial a los católicos de China puesto que el 24 de mayo es el día de oración por la Iglesia Católica en China.
FRANCISCO
“Esta conmemoración nos invita a estar unidos espiritualmente a todos los fieles católicos que viven en China. Por ellos recemos a la Virgen, para que puedan vivir la fe con generosidad y serenidad y para que sepan realizar gestos concretos de fraternidad, concordia y reconciliación, en plena comunión con el sucesor de Pedro”.
En la catequesis explicó que un cristiano debe ser sal y luz del mundo pero en su justa medida: ni poco ni mucho.
FRANCISCO
“Son imágenes que nos hacen pensar en nuestro comportamiento, porque tanto la falta como el exceso de sal hacen que la comida no guste, al igual que la falta o el exceso de luz impiden ver”.
El Papa dijo que para ser sal y luz el sacramento de la Confirmación es clave. Allí el cristiano reafirma su compromiso de comportarse según el Evangelio y para conseguirlo recibe un don: el Espíritu Santo.
FRANCISCO
“En el momento de la unción, el obispo dice esto: 'Recibe el Espíritu Santo que te ha sido dado como don'. Es el gran don de Dios, el Espíritu Santo. Y todos nosotros tenemos el Espíritu Santo dentro, el espíritu está en nuestro corazón y nos guía en la vida para que seamos la sal justa y la luz justa para los hombres”.
En las últimas catequesis el Papa se había centrado en el primero de los sacramentos, el bautismo. Ahora, tras la fiesta de Pentecostés, habló de la Confirmación.