El Papa concluyó a las 18.40 de este jueves el último de sus cuatro encuentros con los obispos chilenos. Francisco les entregó una carta en la que les agradece su presencia en Roma para hacer juntos “un discernimiento franco frente a los graves hechos que han dañado la comunión eclesial y debilitado el trabajo de la Iglesia de Chile en los últimos años”.
El Papa asegura en su misiva que ha podido profundizar junto a los 34 obispos chilenos en la gravedad de estos “acontecimientos dolorosos” así como “en las trágicas consecuencias que han tenido particularmente para las víctimas”.
“A algunas de ellas yo mismo les he pedido perdón de corazón, al cual ustedes se han unido en una sola voluntad y con el firme propósito de reparar los daños causados”, explica el Papa.
Por último Francisco les agradece su disponibilidad “para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que tendremos que implementar en el corto, mediano y largo plazo, necesarias para restablecer la justicia y la comunión eclesial”.