Hoy en su homilía en Casa Santa Marta, el Papa advierte de los peligros de la curiosidad de los más pequeños cuando se trata de navegar por Internet.
FRANCISCO
“Y tantas curiosidades, por ejemplo, en el mundo virtual, con los teléfonos celulares y otras cosas… Los niños van allí y tienen la curiosidad de ver; y allí encuentran tantas cosas malas. No hay disciplina en esa curiosidad. Debemos ayudar a los jóvenes a vivir en este mundo, y para que las ganas de saber no sean ganas de ser curiosos, y terminen prisioneros de esta curiosidad”.
El Papa invita a pedir ayuda al Espíritu Santo cuando venga un problema se sepa qué decisión tomar.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA EN ESPAÑOL
“No asustarse, sino prestar atención: ‘Esto no lo pregunto, esto no lo miro, esto no lo quiero’. Y tantas curiosidades, por ejemplo, en el mundo virtual, con los teléfonos celulares y otras cosas… Los niños van allí y tienen la curiosidad de ver; y allí encuentran tantas cosas malas. No hay disciplina en esa curiosidad. Debemos ayudar a los jóvenes a vivir en este mundo, y para que las ganas de saber no sean ganas de ser curiosos, y terminen prisioneros de esta curiosidad”.
“El Espíritu Santo nos dará la certeza en la vida. No es que el Espíritu Santo viene con un paquete de certezas y tú las tomas. No. En la medida en que nosotros vamos por la vida y preguntamos al Espíritu Santo, abrimos el corazón y él nos da la certeza para aquel momento, la respuesta para aquel momento. El Espíritu Santo es el compañero, el compañero de vida del cristiano”.
“Pidamos al señor dos cosas hoy: primero que nos purifiquemos al aceptar las curiosidades – hay curiosidades buenas y no tan buenas – y saber discernir: no, esto no debo verlo, esto no debo verlo, esto no debo preguntarlo…. Y la segunda gracia: abrir el corazón al Espíritu Santo, porque él es la certeza, nos da la certeza, como compañero de camino, de las cosas que Jesús nos ha enseñado, y nos recuerda todo”.