De nuevo el fuerte viento jugó una mala pasada al Papa. En Alessano, mientras escuchaba las palabras del obispo Vito Angiuli, una fuerte ráfaga se llevó el solideo.
El prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein actuó con elegante rapidez y recogió del suelo el solideo para devolvérselo a Francisco.
El Papa visitó Alessano y Molfetta para rendir homenaje al obispo Tonino Bello, que falleció hace 25 años.