Durante el Regina Coeli del domingo en la plaza de San Pedro, Francisco se mostró desilusionado por la situación mundial.
FRANCISCO
“A pesar de los instrumentos a disposición de la comunidad internacional, es difícil acordar una acción común a favor de la paz en Siria y en otras regiones del mundo”.
El Papa también lamentó el asesinato de los periodistas ecuatorianos que habían sido secuestrados por disidentes de las Farc.
FRANCISCO
“Rezo por ellos y por sus familias, y estoy cerca del querido pueblo ecuatoriano, alentándolos a avanzar unidos y en paz”.
Fue un discurso lleno de menciones a la actualidad. El Papa recordó la dura situación de Vincent Lambert, en Francia, en estado de coma, y del pequeño Alfie Evans, de Inglaterra.
Vincent está en coma desde hace diez años. Una Corte ha decretado que se debe interrumpir la asistencia médica para nutrirlo. Su mujer está de acuerdo, pero sus padres, no.
El bebé Alfie Evans tiene una enfermedad genética degenerativa. Los médicos han conseguido que un Tribunal les autorice a suspender el tratamiento médico. Sus padres se oponen y quieren llevarlo a otro centro médico.
FRANCISCO
“Son situaciones delicadas, muy dolorosas y complejas. Recemos para que cada paciente sea siempre respetado en su dignidad y atendido de manera adecuada a su condición, con el acuerdo de los familiares, médicos y otros trabajadores de la salud, con gran respeto por la vida”.
Además, el Papa habló sobre la bondad y dignidad intrínseca del cuerpo de cada persona y dijo que “toda ofensa, herida o violencia hecha contra el cuerpo de alguien es una ofensa a Dios Creador”.
FRANCISCO
“Jesús, que ha vencido a la muerte y ha resucitado en cuerpo y alma, nos hace comprender que debemos tener una idea positiva de nuestro cuerpo. Puede convertirse en una ocasión o instrumento de pecado, pero el pecado no es causado por el cuerpo, sino por nuestra debilidad moral. El cuerpo es un maravilloso regalo de Dios, destinado, en unión con el alma, a expresar plenamente la imagen y semejanza de Él. Por lo tanto, estamos llamados a tener un gran respeto y cuidado de nuestro cuerpo y del de los demás”.
Antes de marcharse, prepararon una pequeña sorpresa al Papa. Esta banda le entonó una melodía.