Durante su homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco habló sobre los tres dones de la Pascua con los que los apóstoles respondieron a la persecución: la obediencia, el testimonio y el realismo.
FRANCISCO
“Ha habido tantas persecuciones desde entonces hasta hoy... Pensad en los cristianos perseguidos en África y Medio Oriente. Pero hay más persecuciones hoy que en los inicios del cristianismo: en la cárcel, degollados, ahorcados por confesar a Jesús. Dieron testimonio hasta el final”.
Añadió que el testimonio de los cristianos es paciente cuando guía a otros que no piensan igual o comparten la fe. Tolera y acompaña, pero nunca negocia con la verdad.
EXTRACTOS DE HOMILÍA PAPAL
(Fuente: Noticias del Vaticano)
Los 50 días de Pascua anteriores a Pentecostés fueron un 'momento de alegría' para los Apóstoles debido a la Resurrección de Cristo. Era una alegría verdadera, pero contenía tintes de duda y miedo. Solo después de la Pentecostés y el descenso del Espíritu Santo, la alegría de los Apóstoles se hizo valiente, ya que ahora entendían el significado del misterio pascual.
Primero, obediencia y segundo, testimonio, lo cual es una molestia para algunos. Ha habido tantas persecuciones desde entonces hasta hoy... Pensad en los cristianos perseguidos en África y Medio Oriente. Pero hay más persecuciones hoy que en los inicios del cristianismo: en la cárcel, degollados, ahorcados por confesar a Jesús. Dieron testimonio hasta el final.
A menudo sucede que los pecados, los compromisos o temores, nos hacen olvidar este primer encuentro, que cambió nuestras vidas. Llevamos un recuerdo con nosotros que se diluye para hacernos cristianos de agua de rosas: diluidos y superficiales.
Debemos pedir la gracia del Espíritu Santo del realismo. Jesús ha entrado en mi vida y en mi corazón. Tiene al Espíritu Santo. Puede que lo haya olvidado, pero la gracia del primer encuentro vive en mí.
Recemos por eso: el gozo que proviene del Espíritu Santo: la alegría de la obediencia pascual, la alegría del testimonio de Pascua y la alegría del realismo pascual.