Cuando el Papa salió a la plaza, vio a este grupo de niños y les pidió que le acompañaran en la vuelta en papamóvil para saludar a los peregrinos. También saludó a estos pequeños futbolistas que lo esperaban en la plaza.
Luego, en su catequesis, comenzó una nueva serie de meditaciones sobre el Bautismo. Explicó que es sumergirse en la muerte y resurrección del Señor, ahogando el dominio del pecado y nacer a una nueva vida.
FRANCISCO
“Quienes no se acuerden de la fecha de su bautismo, que la pregunten a su madre, a los tíos o sobrinos, que la pregunte. '¿Qué día me bauticé?' Y no olvidarla jamás”. “Todos debemos saber la fecha de nuestro bautizo, es otro cumpleaños. Es el cumpleaños de nuestro renacimiento”.
El Papa pidió a los padres y madres que valoren este sacramento y que bauticen a sus hijos, porque les ayudará a cultivar las virtudes cristianas.
FRANCISCO
“Algunos dicen '¿Para qué bautizar a un niño que no entiende nada...?' Esperemos a que crezca y entienda y él mismo pida bautizarse. Pero esto significa no confiar en el Espíritu Santo, porque cuando bautizamos a un niño, entra en él el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo hace que crezcan en el niño las virtudes cristianas, que luego florecen. Siempre se debe dar a los niños esta oportunidad de tener dentro al Espíritu Santo que les guíe durante su vida. No os olvidéis de bautizar a los niños”.
Francisco también saludó a estos tres peregrinos que viajaron desde el norte de Italia hasta Roma con sus llamas para que Francisco les bendijera. Le regalaron unos calcetines y un solideo de lana de llama, para protegerse del frío. Pero con la llegada de la primavera, es probable que el Papa los guarde para el año que viene.