Arzobispo de Karachi: La ley de la blasfemia causa problemas a cristianos y musulmanes

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03/04/2018
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En Pakistán la introducción de la Ley de la Blasfemia a finales de los 80 ha promovido dar rienda suelta al revanchismo. Basta acusar a una persona de haber faltado al respeto a Mahoma o al Corán para poner en riesgo su vida. 

Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, explica que esta herramienta es un azote para todos, no solo para las minorías religiosas. Recuerda el caso de Mashal Khan: musulmán, 24 años, estudiante de Comunicación. En abril de 2017 decenas de personas lo sacaron de la habitación de su residencia universitaria, lo desnudaron, lo golpearon, le dispararon y lo arrojaron desde un segundo piso.

MONS. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi (Pakistán)

“Esto fue un shock para todos. Su padre dijo: 'Yo no creo que mi hijo haya hablado mal contra el profeta Mahoma. No podría haber hecho algo así, era un buen musulmán'. De hecho tomó las riendas de la situación y pidió al gobierno y a la policía iniciar una investigación seria”.

La investigación dio sus frutos y el tribunal paquistaní encargado del caso tomó una decisión enérgica: condenó a 31 personas, 5 de ellos a cadena perpetua y uno a muerte. 

Coutts explica que casos como este, el de Asia Bibi y tantos otros muestran que la ley de blasfemia se ha convertido en un flagelo. 

MONS. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi (Pakistán)

“El problema de la ley de la blasfemia es que puede ser fácilmente mal utilizada y esto es lo que está pasando. Si se acusa a alguien por blasfemia o por faltar al respeto al Libro Sagrado, el Corán, es muy fácil ponerla en problemas. La religión para nosotros es un tema muy delicado, todos se exaltan al hablar del tema”.

El arzobispo de Karachi dice que a pesar de que los cristianos son un blanco fácil su ejemplo no pasa desapercibido en Pakistán. El caso más claro fue el de la religiosa alemana Ruth Pfau. La religiosa dedicó casi 50 años de su vida a cuidar de los leprosos del país. Murió en 2017 a los 87 años. La llamaban la “Madre Teresa de Pakistán”.

MONS. JOSEPH COUTTS
Arzobispo de Karachi (Pakistán)

“Y el gobierno de Pakistán le hizo un funeral de Estado. Este tipo de cosas las puedo decir con orgullo y estoy seguro de que mis amigos musulmanes aceptarán lo que la Iglesia está haciendo a pesar de tener tan poca capacidad”.

La ley de la blasfemia ha demostrado ser un recurso fácil para resolver cuestiones personales y el aumento del fanatismo puede complicar las cosas para las minorías cristianas. Estas no llegan al 4% de una población de 200 millones de habitantes.

El Papa conoce de primera mano la situación de Pakistán. A finales de febrero se reunió con los familiares de Asia Bibi y a mediados de marzo con los obispos del país. 

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