El Huevo de Pascua parece una tradición comercial pero en realidad hunde sus raíces en la primera Pascua.
ROBERT PHILLIPS
Seminarista, Pontifical North American College
“El Huevo de Pascua tiene mucho simbolismo histórico. Está relacionado con la fertilidad, la nueva vida y la Resurrección. Fue una tradición muy antigua en la Iglesia. Está presente en toda la Iglesia porque es un símbolo de la Resurrección, es por eso que cuando pensamos en ellos pensamos en el Domingo de Resurrección”.
Se dice que esta costumbre viene de un milagro que sucedió a María Magdalena aunque la historia real no es clara. La historia dice que cuando intentó explicar a Tiberio que Cristo había resucitado este no le creyó. Le dijo que creía tanto en la Resurrección como que el huevo que la Magdalena llevaba en sus manos era rojo. En ese momento el huevo cambió de color.
A partir de ahí comenzó la tradición de intercambiarse huevos en Pascua para recordar el milagro.
P. MICHAEL BAGGOT
Profesor de Teología, Christendom College
“Esta es una tradición maravillosa que hoy pueden continuar haciendo las familias cristianas. Incorporar símbolos de la primitiva cristiandad, los que podemos ver en las catacumbas o en las grandes obras arquitectónicas de la Iglesia para que hasta los niños puedan aprender su significado”.
Así que este año, en lugar de intercambiar huevos coloridos, tal vez sea mejor teñir los huevos de Pascua de rojo, para recordar este milagro que tuvo lugar en Roma hace 2.000 años.