El Domingo de Ramos a las 10:00 comienza una de las semanas más intensas desde el punto de vista espiritual en el Vaticano. Ese día Francisco celebrará Misa en la plaza de San Pedro con una procesión de palmas desde el obelisco.
Su siguiente cita pública será el miércoles, también en la plaza, esta vez para impartir la catequesis semanal.
El jueves a las 9:30 de la mañana celebrará la Misa Crismal. Es una ceremonia especialmente dedicada a los sacerdotes, en el día en que se recuerda la institución del sacramento del Orden.
Por la tarde visitará la cárcel de Regina Coeli de Roma, a escasa distancia del Vaticano. Allí celebrará la Misa de la Cena del Señor durante la que lavará los pies a doce presos.
El viernes a las cinco de la tarde participará en la conmemoración de la Pasión del Señor, una de las ceremonias más emotivas de la Semana Santa.
Por la noche, a las nueve y cuarto, Francisco seguirá con atención el Via Crucis del Coliseo de Roma. La novedad de este año es que las meditaciones han sido escritas por adolescentes, en atención al próximo Sínodo sobre “Los jóvenes, la fe y discernimiento vocacional” que el Papa ha convocado.
El sábado por la noche a las 20:30 celebrará la Vigilia Pascual que recuerda la Resurrección de Cristo. Es el momento culmen de la Semana Santa.
El domingo, tras presidir Misa a las 10 de la mañana, impartirá desde el balcón del Vaticano la bendición Urbi et Orbi, reservada para ocasiones especiales.
