En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa explicó cuál es la llave de la salvación: el crucifijo. Dijo que muchos ante las dificultades se echan atrás sin darse cuenta que es ahí precisamente cuando se puede experimentar la confianza en Dios.
FRANCISCO
“Esta es la llave de nuestra salvación, la llave de nuestra paciencia en el camino de la vida, la llave para superar nuestros desiertos: mirar al crucifijo. Mirar a Cristo crucificado. '¿Y qué debo hacer, padre?'. 'Míralo. Mira las llagas. Entra en las llagas'. A través de esas llagas hemos sido curados'”.
El Papa dijo que mirar al crucifijo puede ayudar a superar las dificultades de la vida como la tristeza o la enfermedad.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA (Fuente: Vatican News)
“Estas son las ilusiones que trae el diablo: te hace ver lo bello de una cosa que has dejado, de la que te has convertido en el momento de la desolación del camino, cuando tú aún no has llegado a la promesa del Señor. Es un poco el camino así de la Cuaresma, sí, podemos pensar así; o concebir la vida como una Cuaresma: siempre están las pruebas y las consolaciones del Señor, está el maná, está el agua, están los pájaros que nos dan de comer… y aquella comida era mejor. ¡Pero no olvides que la comías en la mesa de la esclavitud!”.
“Aquí está la clave de nuestra salvación, la clave de nuestra paciencia en el camino de la vida, la clave para superar nuestros desiertos: mirar al Crucificado. Mirar a Cristo crucificado. ‘¿Y qué debo hacer, Padre?’ – ‘Míralo. Mira las llagas. Entra en sus llagas’. Por esas llagas nosotros hemos sido curados. ¿Te sientes envenenado, te sientes triste, o sientes que tu vida no va, que está llena de dificultades, y también de enfermedad? Mira allí”.
“Enseñen a sus niños a mirar al crucificado y la gloria di Cristo. Pero nosotros, en los momentos malos, en los momentos difíciles, envenenados un poco por haber manifestado en nuestro corazón alguna decepción contra Dios, miremos las llagas. Cristo levantado como la serpiente: porque él se ha hecho serpiente, se ha anonadado completamente para vencer ‘a la serpiente maligna’. Que la Palabra de Dios hoy nos enseñe este camino: mirar al crucificado. Sobre todo en el momento en el que, como el pueblo de Dios, nos cansamos del viaje de la vida”.