El Vaticano recuerda a los cristianos que Jesús es el único salvador y lo hace preocupado por las tendencias actuales que deforman y reducen el sentido de la salvación cristiana.
Lo hace a través de esta carta, “Placuit Deo”, en la que asegura que “la salvación no consiste en la autorrealización del individuo aislado, ni tampoco en su fusión interior con el divino, sino en la incorporación en una comunión de personas que participa en la comunión de la Trinidad”.
El Vaticano hace esta aclaración debido a las recientes transformaciones culturales.
MONS. LUIS LADARIA FERRER
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
“¿Cuáles son estas transformaciones culturales que ofuscan la confesión de fe cristiana que proclama que Jesús es el único Salvador universal? El Santo Padre Francisco, en su Magisterio ordinario, habla con frecuencia de dos tendencias que se parecen, en algunos aspectos, a dos antiguas herejías: el pelagianismo y el gnosticismo”.
El neopelagianismo de nuestros días promueve una visión individualista de la salvación, obtenida solo a través de las propias fuerzas negando la existencia de la gracia divina. El gnosticismo propone la salvación meramente interior de forma que no reconoce la mano providente de Dios.
El Vaticano recuerda además que tampoco son las buenas obras o los buenos sentimientos los que conducen a la salvación.
MONS. LUIS LADARIA FERRER
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
“La salvación no puede reducirse simplemente a un mensaje, a una praxis, a una gnosis o a un sentimiento interior. Como ha escrito Benedicto XVI: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
Y aunque esta carta está dirigida a los cristianos, el Vaticano desea que también sea útil para todas las personas que se pregunten por el sentido de su vida o de su propia felicidad.