Los sacerdotes de Roma bajan al campo una vez más. La duodécima edición de la Clericus Cup comienza ahora con mas de 300 jugadores provenientes de 71 países.
ALESSIO ALBERTINI
Organización, Clericus Cup
“Los primeros beneficiados son los propios sacerdotes: les hace bien al cuerpo y al espíritu. Y también porque el deporte tiene un aspecto misionero. Encuentras a jóvenes que no encontrarías si solo haces catequesis”.
El Pontificio Colegio Urbaniano, los “Leones de África” defenderán el titulo con unas y dientes. Son rápidos y, sobre todo, jóvenes. Son el terror para sacerdotes como Nelson. Dice que contra los seminaristas solo se puede rezar.
NELSON STAÑULIS
Colegio Sacerdotal Altomonte
“Sí, de hecho, yo tengo 40 años y el domingo jugamos contra el Colegio Urbano, que son chicos que tienen 20, 22 años, entonces la diferencia se siente pero, de todas maneras, para nosotros es siempre un desafío”.
La novedad de este año es que hay un arbitro sacerdote. Porque si la ley divina se debe respetar, no lo será menos la ley sobre el terreno de juego.
JORDAN CORAGLIA
Árbitro
“Normalmente ya no arbitro los partidos de los jóvenes, porque juegan los sábados y domingos, justo cuando el sacerdote trabaja. Hablo mucho con los jugadores y agradezco que me hagan ver si he fallado en alguna decisión”.
SIMONE MONTORI
Colegio Redemptoris Mater
“Hay gente que se va a confesar... pero es que el fútbol es así. Cuando la adrenalina sube... Lo que quieres es vencer”.
Otra curiosidad: la final será el 26 de mayo, el mismo día que se juega la final de la Champions. Y antes de jugar esperan llevar al Papa la copa para que la bendiga, durante la audiencia general.