Las puertas de la basílica cristiana más importante, el Santo Sepulcro, se cerraron como protesta ante lo que sus responsables consideran una persecución política.
Las comunidades cristianas responsables del Santo Sepulcro denuncian que el gobierno israelí está llevando a cabo una campaña sistemática de abusos a través de proyectos de ley sobre impuestos y tierras.
En Roma, el cardenal Edwin O'Brien, Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro, dice que la decisión de cerrar las puertas de la basílica ha sido una medida necesaria causada por la desesperación.
CARD. EDWIN O'BRIEN
Gran Maestre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro
“Se debe presionar al gobierno para que restaure el delicado equilibrio que siempre ha existido en estas zonas de Tierra Santa. Ahora mismo el equilibrio está roto y no va a ayudar a mejorar las relaciones. No ayudará a los más pobres y necesitados de Tierra Santa, a quienes ayudamos con nuestras obras de caridad”.
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha propuesto recaudar impuestos con efectos retroactivos de propiedades que no sean lugares de culto como hospitales, orfanatos y escuelas cristianas.
Otro proyecto permitiría la expropiación de tierras a quienes hayan comprado o alquilado terrenos a las Iglesias, por lo que su futuro será incierto.
Los líderes cristianos dicen que esta legislación atenta contra el Status Quo que garantiza los derechos de las distintas Iglesias en Tierra Santa. El cardenal O'Brien dice que se trata de una concepción diversa de la libertad religiosa.
CARD. EDWIN O'BRIEN
Gran Maestre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro
“El gobierno dice: 'Libertad religiosa significa que puedes hacer culto en tu iglesia o capilla, pero solo si permaneces ahí'. Pero eso es libertad de culto. Nosotros queremos libertad religiosa, que significa que podemos hacer obras de caridad complementarias con nuestro derecho a culto. Por eso no vemos justificado pagar impuestos por hospitales, centros de acogida o escuelas. Tendremos graves problemas económicos para mantenernos”.
La presión de las Iglesias ha dado su fruto y el gobierno de Israel respondió con rapidez. El martes anunció la suspensión de las medidas propuestas a la espera de negociar con los líderes cristianos una solución.