El Papa ha terminado sus ejercicios espirituales. Han sido cinco días de oración en una casa en las cercanías de Roma. Cuando el sacerdote José Tolentino de Mendonça tuvo su última meditación, el Papa le dio las gracias en nombre de todos.
FRANCISCO
“Gracias también por habernos pedido que no empequeñezcamos a nuestro pueblo con nuestras mundanidades burocráticas. Gracias por habernos recordado que la Iglesia no es una jaula para el Espíritu Santo, que el Espíritu Santo vuela también fuera y trabaja fuera”.
Además, el Papa le pidió que siga rezando por las personas que habían participado en los ejercicios espirituales.
FRANCISCO
“Gracias, padre. Y siga rezando por nosotros. Como decía la Madre Superiora a sus monjas: 'Somos hombres', todos somos pecadores. Gracias, padre, y que el Señor le bendiga”.
El Papa regresó al Vaticano en autobús, con los demás cardenales y obispos. Rezó antes de llegar a la carretera... Y luego abajo, ya en el Vaticano, los saludó uno a uno.