Claves para seguir el Caso Barros

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16/02/2018
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Juan Barros es un obispo chileno al que algunos acusan de haber encubierto al sacerdote Fernando Karadima. Éste era un párroco muy admirado en Santiago de Chile, hasta que se descubrió que desde la década de los 80 había abusado de jóvenes. En 2011 el Vaticano lo condenó y le prohibió la labor pastoral. 

Juan Barros era uno de los jóvenes que él atendía espiritualmente, y fue uno de sus colaboradores en una parroquia de Chile. 

En 1995 Juan Pablo II lo nombró obispo. 

Cuando en 2014, 20 años después Francisco lo trasladó a la ciudad de Osorno, Karadima ya había sido condenado. Entonces se recrudecieron las críticas contra Barros y grupos de laicos y sacerdotes se rebelaron, y lo recibieron con globos negros y con protestas.

¿DE QUÉ ACUSAN A JUAN BARROS?

Una de las víctimas de Karadima le acusa de haber presenciado abusos cuando era sacerdote y de no haber hecho nada para evitarlos. 

Además, dice que cuando Barros era secretario del arzobispo de Santiago, seguía indicaciones de Karadima para influir en las decisiones de su jefe.

Por eso, pide al Papa que deje de ser obispo.

Barros rechaza todas las acusaciones. 

La situación se precipitó durante el viaje de Francisco a Chile porque el Papa pidió perdón por los abusos. A las víctimas les ofendió que el obispo participara en sus ceremonias.

¿QUÉ DICE EL PAPA?

El Papa asegura que no se han presentado evidencias que confirmen las acusaciones contra Barros, y pide a las víctimas que hablen. 

FRANCISCO
“El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia. ¿Está claro?”.

FRANCISCO
“En el caso de Barros, se vio, se estudió… Y no hay evidencias. Eso es lo que quise decir. No tengo evidencias para condenar. Y ahí, si yo condenara sin evidencias, o sin certeza moral, cometería yo un delito de mal juez. Lo mejor, el que cree que es así, aportar las evidencias rápido. Si creen que es así honestamente. Yo en este momento no creo que sea así, porque no las hay. Pero tengo el corazón abierto a recibirlas ”.

Después de esas palabras, se supo que el cardenal Sean O'Malley le había entregado una carta en el año 2015 con el testimonio de una de las víctimas, pero no quedó claro si el Papa la había leído o no. 

¿QUÉ HA CAMBIADO?

Cuando regresó de Chile a finales de enero, el Papa consideró necesario reabrir el caso. 

Por eso, para escuchar a las víctimas, Francisco envió a New York y a Chile a su ex-fiscal contra los abusos, el obispo maltés Charles Scicluna. Es el mismo que durante años investigó causas complicadas como la que llevó a la condena a Marcial Maciel. 

El Papa tomará una decisión tras escuchar al ex fiscal. Sea cual sea la solución que proponga Francisco, será muy difícil. 

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