Este grupo de niños no pudo creer lo que estaba pasando. Francisco les hizo subir al papamóvil para acompañarlo durante su largo paseo por la plaza de San Pedro. Desde allí saludaron con el Papa a los peregrinos que desafiaron el mal tiempo para estar ahí.
FRANCISCO
“Queridos hermanos y hermanas: buenos días. Buenos días aunque el día es un poco feo ¿no? Pero si el alma está alegre siempre será un buen día. ¿No es así? Buenos días”.
Durante la catequesis sobre la Misa el Papa habló del Credo y del silencio que hay después de la homilía. Sin embargo se detuvo especialmente en la explicación sobre la oración de los fieles.
FRANCISCO
“Y en este momento de la oración universal, después del Credo, es el momento de pedir al Señor las cosas más fuertes en la Misa. Las cosas que necesitamos. Lo que queremos. 'Será concedido'. De una forma u otra pero será concedido. Todo es posible para quien cree, ha dicho el Señor. ¿Qué respondió aquel hombre a quien el Señor se dirigió para decirle esto, todo es posible para quien cree? Dijo: creo, Señor, ayuda mi poca fe. También nosotros podemos decir al Señor 'creo pero ayuda mi poca fe'. Y la petición la debemos hacer con esto espíritu de fe”.
Entre los peregrinos que desafiaron el mal tiempo para estar en la audiencia había grupos de todo tipo. Uno procedente de España vino para entregarle al Papa parte del dinero recaudado durante el Jubileo que hubo en su diócesis. La otra parte la destinarán a proyectos de ayuda a drogodependientes.