El Papa Francisco se ha reunido con los miembros del Club Santa Marta, organismo que reúne a jefes de policía y obispos de 30 países, para combatir juntos el tráfico de personas. Una original sinergia que lleva a afrontar tanto las causas como los efectos de este delito.
Se calcula que unas 40 millones de personas viven en condiciones de esclavitud. Se trata de personas explotadas a cambio de poco o de ningún dinero. Se trata de trabajos forzados en el campo o en alta mar, explotación sexual, servicio doméstico, criminalidad forzada o tráfico de órganos.
Francisco les ha dicho que es una lacra más extendida de lo que parece y ha pedido a toda la sociedad que haga examen de conciencia.
FRANCISCO
“Examinad seriamente las distintas formas de complicidad con las que la sociedad tolera y fomenta, particularmente la trata con fines sexuales, la explotación de hombres, mujeres y niños vulnerables”.
“(Por ejemplo) el uso responsable de las tecnologías y de los medios de comunicación, por no hablar del estudio de las implicaciones éticas de los modelos de crecimiento económico que ponen el beneficio por encima de la persona”.
El Papa también les ha pedido que ayuden a la sociedad a concienciarse de que todos deben contribuir a detectar estos delitos y a devolver la dignidad a las víctimas.
Una propuesta concreta ha sido que las empresas se aseguren de que sus proveedores no se sirven de trabajo esclavo en la elaboración de sus productos.