Estos jueces son los encargados de discernir una delicada cuestión: si un matrimonio ha sido celebrado en modo válido o no. Por eso el Papa les ha pedido que traten cada asunto con gravedad.
FRANCISCO
“Queridos jueces de la Rota Romana. La estrecha conexión entre el ámbito de la conciencia y el de los procesos matrimoniales de los que cotidianamente os ocupáis exige evitar que el ejercicio de la justicia se reduzca a un ejercicio burocrático. Si los tribunales eclesiásticos cayeran en esta tentación traicionarían la conciencia cristiana”.
Francisco repitió que el “sí quiero” necesita una sólida preparación previa, en especial de las conciencias. Explicó que el objetivo de su magisterio sobre el matrimonio es doble. Por un lado ayudar a los esposos mediante una sólida formación de sus conciencias y por otro fomentar un clima de ayuda en la Iglesia que permita sostener a los matrimonios en dificultad.
FRANCISCO
“Debemos impedir que la conciencia de los fieles en dificultad, con respecto a su matrimonio, se cierre a un camino de gracia. Este objetivo se consigue con un acompañamiento pastoral, con el discernimiento de las conciencias”.
El encuentro fue con motivo del inicio del año judicial en los tribunales de la Rota Romana. Este organismo fue creado en el siglo XIV y sobre todo se encarga de casos de nulidad matrimonial.
En primera instancia se encarga también de los casos de Ciudad del Vaticano pero en segunda y tercera instancia puede trabajar en causas ya juzgadas por otros tribunales ordinarios que apelan a la Rota.