El primer gran mensaje que Francisco pronunció en su viaje fue ante las autoridades de Chile. Pidió públicamente perdón por los casos de abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes en el país.
FRANCISCO
“Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas”.
Nunca antes un Papa había visitado una cárcel de mujeres, por lo que este encuentro fue muy significativo. El mensaje que allí pronunció también lo fue: la dignidad es intocable.
FRANCISCO
“Ser privado de libertad no es lo mismo que estar privado de dignidad. No, no es lo mismo. La dignidad no se toca, a nadie, se cuida”.
En Perú hizo una valiente denuncia del feminicidio y la violencia machista. Un drama silencioso al que quiso darle voz.
FRANCISCO
“Quiero invitarlos a luchar contra una plaga que afecta a nuestro continente americano: los numerosos casos de feminicidio. Y son muchas las situaciones de violencia que quedan silenciadas detrás de tantas paredes”.
Primero en Temuco y después en la Amazonia, el Papa denunció la dura cultura del descarte que literalmente “se ceba” con los indígenas.
FRANCISCO
“Es algo que hay que decirlo con fuerza; no son tierra de nadie. Es esta tierra tiene nombre, tiene rostros: los tiene a ustedes. Esta no es una tierra huérfana, es la tierra de la Madre! Y si hay madre, hay hijos, hay familia, hay comunidad'.
En ese mismo lugar no faltaron críticas a la cultura del descarte. A los jóvenes pidió escuchar a los ancianos. Y puso este ejemplo.
FRANCISCO
“Alli saliendo, cuando hice el recorrido, hay una abuela de 97. ¿Vamos a descartar a la abuela? ¿Qué les parece? ¡No! Porque la abuela es la sabiduría de un pueblo. ¡Un aplauso a la abuela de 97 años!”
Lo mismo les dijo a los más pequeños en su visita al hogar “El Principito”, en Perú. Les pidió que lucharan por sus orígenes con orgullo.
FRANCISCO
“El mundo los necesita a ustedes, jóvenes de los pueblos originarios, y los necesita tal y como son. No disfrazados, sino como son ustedes” tal y como son. No se conformen con ser el vagón de cola, nunca hay que ser el vagón de cola. Los necesitamos como motor”.
Durante el vuelo a Iquique, en Chile, realizó un gesto que estaba fuera de programa. Casó a esta pareja de asistentes de vuelo.
“Nos dijo: este es el sacramento que hace falta en el mundo. El sacramento del matrimonio. Ojalá que esto motive a las parejas del mundo a tomar el sacramento del matrimonio. Por eso lo hago”.
Los abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia, el feminicidio y la no tolerancia a la cultura del descarte fueron los tres temas principales del sexto viaje de Francisco a Latinoamérica. También recordó la importancia del amor en el matrimonio.
Mensajes que repitió frecuentemente en sus discursos para que su visita apostólica no fuera en vano.