El Papa Francisco abordó durante el vuelo de regreso del Perú las cuestiones más espinosas del viaje.
El Papa aseguró también que confía en el obispo chileno Juan Barros, al que algunas víctimas acusan de haber encubierto los abusos del sacerdote condenado Fernando Karadima.
FRANCISCO “En el caso de Barros, se vio, se estudió… Y no hay evidencias. Eso es lo que quise decir. No tengo evidencias para condenar. Y ahí, si yo condenara sin evidencias, o sin certeza moral, cometería yo un delito de mal juez. Lo mejor, el que cree que es así, aportar las evidencias rápido. Si creen que es así honestamente. Yo en este momento no creo que sea asi, porque no las hay. Pero tengo el corazón abierto a recibirlas ”.
El Papa pidió disculpas a las víctimas de abusos por haberles pedido en unas rápidas declaraciones que demostraran con pruebas que Barros había encubierto. Dice que no pide pruebas, que son imposibles en estos casos, sino evidencias.
FRANCISCO
“De esto tengo que pedir excusas, porque la palabra prueba ha herido, ha herido a muchos abusados. “¡Pero es que tengo que buscar un certificado!” Es una palabra que traduce un principio legal. Y ha herido. Pero les pido perdón. Les he herido sin darme cuenta”.
Sobre la situación del Sodalicio, explicó el proceso por el que ha investigado e intervenido el movimiento de laicos, tras la condena por abusos a su fundador.
FRANCISCO
“Por otro lado, no era una cosa personal solamente, había cosas ahí no del todo claras. Hace casi dos años, yo mandé un visitador al Sodalicio, en la persona del cardenal Tobin, obispo de Newark. El cardenal Tobin hace la visita, descubre cosas que no entiende, o que no están claras, y nombra dos veedores económicos. Y este es el tercer abuso, que también rozaba al fundador, el manejo económico. Y después de un estudio, recomienda comisariar el Sodalicio”.
Entre sonrisas, contó también por qué había decidido casar a una pareja en el avión durante el viaje a Chile.
FRANCISCO
“Estaban preparados, diga a los párrocos que estaban preparados y que yo juzgué que estaban preparados. Me lo han pedido. Los sacramentos son para los hombres. Todas las condiciones eran claras. ¿Y por qué no hacer hoy lo que se puede hacer hoy en vez de retrasarlo para mañana, que mañana quizás, serán diez u ocho años más? Esta es la respuesta. Juzgué que estaban preparados, que sabían lo que estaban haciendo, también cada uno de ellos se ha preparado ante el Señor con el sacramento de la penitencia. Después les he casado”.
Francisco recordó que del viaje le impactaron dos momentos: la visita a las mujeres en la cárcel de Santiago de Chile y el encuentro con niños huérfanos o abandonados en el Hogar “el Principito”, en la Amazonia.
Durante el encuentro hubo un momento de turbulencias, y como el piloto recomendó que no estuviera de pie, se sentó en la zona de los periodistas, y unos minutos después continuó el encuentro.