Chile dijo adiós al Papa con una sencilla ceremonia en la que, a pie de pista, no faltaron estos alegres bailes.
Francisco partió del aeropuerto de Iquique, donde estuvo acompañado en todo momento por la presidenta del país, Michelle Bachelet.
Con el avión papal a punto de despegar, y en un gesto que no es usual en los mandatarios al despedir a un Papa, Bachelet dedicó unas amables palabras a Francisco.
MICHELLE BACHELET
Presidenta de Chile
“Creo que representando a todos los compatriotas, al margen de las creencias de unos y otros, agradecerle la visita a Chile, agradecerle el mensaje que ha dado de que sigamos avanzando como país pero en un clima de unidad, de fraternidad, de solidaridad”.
Y apenas hora y media después, el Pastor Uno aterrizaba así en Perú, segunda etapa de esta gira del Papa por América Latina.
En Lima fue recibido a pie de pista por el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, con su esposa, dos niños que le entregaron unas flores y los obispos del país.
Después le dedicaron 21 salvas de cañón y honores militares.
La bienvenida fue muy musical y mientras el Papa saludaba a las autoridades sonó el Aleluya de Haendel y el tema “Que canten los niños” del compositor español José Luis Perales.
Después Francisco recorrió las abarrotadas calles de Lima. Miles de personas le acompañaron durante su recorrido hasta la nunciatura.
Allí el Papa quiso corresponder al cariño de los peruanos con unas breves palabras y con su bendición.
FRANCISCO
“Muchas gracias por haber venido hasta aquí, gracias de corazón. Ahora quisiera darles a todos, -a ustedes, a sus familias, a los que tienen en el corazón-, la bendición”.
Tras este caluroso recibimiento, el Papa Francisco se retiró para reponer fuerzas.