Aunque parezca cosa del pasado, hoy en día hay personas que son asesinadas por creer en Dios y, por desgracia, no son pocas. En concreto en 2017 fueron 3.066.
Así lo revela el informe de la ONG Open Doors que, un año más, arroja cifras alarmantes. En 2017 la persecución a los cristianos se recrudeció hasta el punto de que, cada mes, fueron asesinados 322 cristianos a causa de su fe. En total, en los 50 países examinados por la organización, unos 250 millones de cristianos sufren alguna forma de violencia que puede tratarse desde hostilidad o discriminación, hasta la persecución extrema o el asesinato.
El informe revela que 1 cada 3 personas en el mundo vive en un país sin libertad religiosa. Hay 5 naciones donde es especialmente cruda la persecución a los cristianos. En Pakistán la ley antiblasfemia se ha convertido en una herramienta que permite oprimir constantemente a los cristianos. En Sudán los cristianos suelen ser acusados de espionaje y el gobierno pretende que la iglesia quede bajo su control. En Somalia las conversiones se pagan con la vida. Un cristiano convertido puede ser asesinado por su propia familia. En Afganistán hay poquísimos cristianos y, en cuanto un musulmán se convierte, es amenazado de muerte o asesinado. A la cabeza de la lista está Corea del Norte, donde el simple hecho de tener una Biblia pone en peligro a toda la familia. Miles de cristianos llenan los campos de concentración porque, para el régimen de Kin Jong-un, los cristianos son enemigos del estado.
Pero también hay motivos para la esperanza. Porque hay lugares donde, tras la oscuridad, se ha abierto paso de nuevo la luz como en Irak. Open Doors es una de las organizaciones cristianas que trabajan en para devolver lo que el extremismo robó a miles de personas. Esta organización protestante colaboran con los siro-católicos de Mosul.
PADRE GEORGE JAHOLA
Sacerdote siro-católico de Mosul, Irak
“Soy el padre George Jahola de la diócesis sirio-católica de Mosul. La esperanza de nuestra gente es volver a empezar. Volver a vivir como en el pasado. Creo incluso que viviremos mejor. Open Doors se hizo cargo del proyecto para reconstruir 74 casas. Han dado esperanza de volver para muchas familias”.
Tanto en Siria como en Irak la derrota del autoproclamado Estado Islámico ha aliviado la presión sobre los cristianos pero todavía ninguno de los dos países ha podido salir de los primeros puestos de la lista negra.