Se esperaba con emoción al Papa en la casa “Madre de la Santa Cruz”.
Allí Francisco almorzó con 11 habitantes de la Araucanía tras la misa que celebró en el aeródromo de Temuco.
De entre los 11 comensales, ocho eran representantes mapuches. A ellos se les unieron una víctima de violencia rural, un colono suizo-alemán y un inmigrante haitiano.
“Bienvenidos y buen apetito”.
Sentados en la misma mesa, el Papa y sus invitados compartieron almuerzo y vivencias mientras degustaban un menú compuesto por pan toscano, ragú de champiñones, carpaccio de pulpo, queso grana padano y brusquetas, marisco, osobuco con risotto y leche asada de postre.
Después llegaron las fotos, los saludos y también las bendiciones especiales. (Signora min 01.26)Al salir Francisco siguió prodigando sonrisas y posando para las fotografías. Las religiosas y trabajadoras de la casa no perdieron la ocasión de tener su propia foto con el Papa, que después de esta intensa visita a Temuco, regresó a Santiago de Chile.