El Papa visitó el santuario de San Alberto Hurtado, donde se encuentra la tumba del jesuita chileno. San Alberto Hurtado fundó los llamados “Hogares de Cristo”, donde se atiende a personas marginadas.
Primero el Papa se reunió en privado con más de 90 jesuitas y después mantuvo un breve encuentro con algunos usuarios y voluntarios de este centro. Francisco bendijo las típicas sopaipillas chilenas que prepararon para la ocasión y que, por supuesto, degustó.
Después de conocer a algunas de las personas que forman parte de la comunidad del centro, el Papa rezó con ellos el Padrenuestro...
...Y mientras seguía disfrutando de las sopaipillas se acercó a saludar a algunos peregrinos que llevaban horas esperándolo.