Como es habitual al inicio del año, el Papa Francisco se ha reunido en la sala Regia con los embajadores ante el Vaticano y ha repasado ante ellos la situación mundial.
En un denso discurso sobre los derechos humanos, ha recordado que el primero de todos es el derecho a la vida, del que se deriva el derecho a la paz. Después, recordó a los Estados su responsabilidad con todo el mundo.
FRANCISCO
“Cualquier hombre y mujer de este mundo – y especialmente quien tiene responsabilidad de gobierno – está llamado a cultivar el mismo espíritu de servicio y solidaridad intergeneracional y de ser así un signo de esperanza para nuestro turbulento mundo”.
Como este año será el 100 aniversario del final de la Primera Guerra Mundial, el Papa recordó que la ley del temor y la agresividad no ayuda a lograr la paz.
Dijo que actualmente se vive una Tercera Guerra mundial “a trozos” y mencionó algunos de ellos. Reclamó diálogo en Irak, Yemen y Afganistán; pidió moderación para no empeorar la situación entre Israel y Palestina; y habló de las tensiones en Corea.
FRANCISCO
“Resulta imposible pensar que en la era atómica se use la guerra como instrumento de justicia”.
El Papa pidió a los países un esfuerzo para lograr el desarme nuclear, que tengan presente el drama de los refugiados, el conflicto en Siria, la persecución religiosa y el cuidado de la naturaleza.
FRANCISCO
“Acoger, proteger, promover e integrar. Me gustaría reafirmarme especialmente en esta última, con esta se enfrentan posiciones diversas a la luz de tantas evaluaciones, experiencias, preocupaciones y convencimientos. La integración es un “proceso bidireccional”.”
La propuesta del Papa Francisco es que los gobiernos trabajen conjuntamente para hacer frente los desafíos del mundo actual.
La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con 183 Estados. El último que se ha unido a la lista es Myanmar, con quien firmó el acuerdo este año.