Aunque cambie el año, el Papa Francisco mantiene las mismas costumbres. En el primer viernes de la misericordia de 2018, el Papa volvió a sorprender, esta vez con una visita a los pequeños del hospital Bambino Gesú.
“¡Mira! ¡Es el Papa Francisco!”
Conoció a los médicos, a los padres, y a los niños. Algunos no podían creerse que el Papa Francisco acababa de entrar en su habitación.
“Espero que gracias a usted no tenga que hacerme más operaciones”
Y otros estaban tan sumidos en sus sueños que ni se dieron cuenta.
Y es que a veces no hacen falta las palabras, la expresión de esta niña lo dijo todo cuando vio a Francisco.
Antes de irse, el Papa pidió algún que otro mimo, y es que Francisco no puede ocultar cuánto le encantan los niños.