El Vaticano quiere evitar los abusos con las reliquias de los santos y beatos y para ello ha publicado una nueva instrucción.
La norma, que se llama “Las reliquias de la Iglesia: Autenticidad y Conservación”, incide en la prohibición de vender las reliquias, refuerza el protocolo de reconocimiento, el proceso para la obtención de los certificados de autenticidad y protege la voluntad de los herederos del santo o beato.
Con esta norma el Vaticano recuerda que las reliquias no se pueden “exponer para la veneración de los fieles sin un certificado de la autoridad eclesiástica que garantice su autenticidad”.
También insiste en que se deben exhibir en lugares donde se garantice su seguridad y que no sean profanos o no autorizados.
Otro aspecto importante que destaca es que las reliquias deben de ser “conservadas y honoradas con espíritu religioso evitando cualquier forma de superstición” y, sobre todo, evitando comercializar con ellas.
La norma detalla cómo trasladar las reliquias cuando salen en peregrinación, y refuerza el protocolo de reconocimiento de los restos mortales de personas que podrían ser beatificadas o canonizadas.
Por ejemplo, prohíbe separar partes relevantes del cuerpo sin el permiso de la Congregación para las Causas de los Santos y estipula la presencia de un médico legal y dos testigos en el momento de llevar a cabo la extracción de las reliquias.
Se trata de una instrucción que, en definitiva, pretende proteger las reliquias de los robos, falsificaciones y venta fraudulenta y, sobre todo, a los fieles que con devoción las veneran.
