En Australia, una Comisión oficial ha estudiado durante cinco años cómo las instituciones públicas y privadas del país han actuado ante abusos sexuales a menores.
Su presidente Peter McClellan ha alertado de que no es una cuestión del pasado y que hoy se siguen cometiendo abusos.
En el caso de la Iglesia católica asegura que entre los años 1950 y 2009, 7 de cada cien sacerdotes abusaron de menores. De ese periodo han registrado 4.444 casos.
La comisión oficial ha recomendado a la Iglesia más transparencia y dos medidas concretas:
- Que el sacerdote denuncie a las personas que se confiesen de haber cometido abusos.
- Que se elimine el celibato sacerdotal.
El presidente de los obispos australianos, Denis Hart, que pidió perdón en nombre de la Iglesia, ha dicho que tomará en serio las recomendaciones, pero que “el secreto de confesión no puede romperse”. Ha dicho además que los sacerdotes aconsejarán a quien se acuse de este pecado de ir también a la policía.
El Vaticano no ha valorado las recomendaciones, pero en esta nota ha dicho que el informe completo “merece ser estudiado con atención”
Además, dice que la Santa Sede apoya las iniciativas de la Iglesia católica en Australia de “escuchar y acompañar a las víctimas y a los supervivientes para intentar llevar curación y justicia”.
Añade que el Papa ha recordado recientemente el “compromiso de la Iglesia para ofrecer ambientes que garanticen la protección de todos los niños y adultos vulnerables”.