Como cada miércoles, antes de la audiencia general el Papa se reunió con muchos peregrinos.
Una de EE.UU. le entregó una carta personal.
Esta pareja le regaló una tarta porque celebraba los 48 años de su ordenación sacerdotal. Por eso, este otro peregrino le habló de un grupo de futuros sacerdotes.
“Allí hay unos seminaristas, de rojo, menores”.
“¿De rojo?”
“Allí, de rojo, son seminaristas menores”.
“¿Estudian para cardenales?”
“¡Esperamos!”
Además, el Papa bendijo al niño que espera esta mujer embarazada.
Los saludos también provocaron algún pequeño susto.... Pero también hubo caricias.
Luego, en la catequesis, el Papa explicó por qué es necesario ir a Misa los domingos.
FRANCISCO
“La celebración de la Eucaristía dominical da sentido a toda la semana y nos recuerda también, con el descanso de nuestras ocupaciones, que no somos esclavos sino hijos de un Padre que nos invita constantemente a poner la esperanza en Él”.
El Papa también respondió a los católicos que piensan que no hace falta ir a Misa, y que basta con ser buenas personas e intentar querer a los demás.
FRANCISCO
“Por desgracia, para muchos la Misa del domingo ha perdido sentido, piensan que basta ser buenos y amarse. Esto es necesario, pero no es posible sin la ayuda del Señor, sin obtener de Él la fuerza para conseguirlo. En la Eucaristía recibimos del Señor lo que más necesitamos, Él mismo se nos da como alimento y nos anima a seguir caminando”.
Al concluir la audiencia, el Papa ha saludado a su representante ante la ONU, Bernardito C. Auza.
La gran sala de audiencias ya está preparada para la Navidad. Los adornos llegan desde México. Son un regalo del Estado de Campeche, en Yucatán.