El Papa ha repetido su petición de “sabiduría y prudencia” para afrontar la situación de Jerusalén.
Recuerda que la paz será sólo posible con un acuerdo entre palestinos e israelíes, y por lo tanto, no con iniciativas unilaterales como la del presidente Donald Trump.
Jerusalén es una ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes.
Políticamente es objeto de negociación entre palestinos e israelíes. Una de las posibles soluciones es que sea capital de dos Estados.
En su nuevo mensaje, el Papa lamenta las víctimas de los enfrentamientos y pide a los responsables de las naciones “palabras y acciones para detener la espiral de violencia”.